El paisaje de la recién inaugurada vía Los Manatíes- La Playa ofrece a la vista de quienes la usan un cementerio de mangles, en el que raíces blancas y secas se extienden como dedos de madera que parecen pedir ayuda a quienes transitan por la zona.
Aunque la afectación del sector viene presentándose desde el siglo pasado por la construcción de una línea férrea que comunicaba a Sabanilla con la Estación Montoya, obra que no tuvo en cuenta el paso natural de aguas para equilibrio del ecosistema, ahora la novedad corre por cuenta de una autorización que dio la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) en 2013 a la Gobernación para el aprovechamiento forestal de 11.678 plantas de mangle.
Esta vía comprende un recorrido de tres kilómetros, a la que en 2010 le habilitaron nueve box coulverts y un piedraplén para el paso de las aguas que requieren los mangles.
Pero en 2013 esta fue nuevamente intervenida para la rehabilitación de la carretera y la reapertura de los box coulverts que posterior a su construcción presentaron problemas de taponamiento. La obra fue entregada por el gobernador, José Antonio Segebre, el 29 de diciembre. Alberto Escolar, director de la CRA, explica que para mitigar el impacto de los recientes trabajos fue solicitada la recuperación de la cobertura a través de la compensación de cinco mangles por cada uno de los retirados. Lo que equivale a la siembra de 58.390 individuos de esta especie en la zona.
Preocupación. Pero Luis Gutiérrez, decano de la facultad de Ciencias Básicas de la Universidad del Atlántico, señala que las estadísticas de mortandad de esta especie alcanzan el 50%, por lo que las proyecciones de compensación podrían reducirse a 2,5 por cada mangle que ya no está.
Dice que a partir de las intervenciones realizadas en la franja costera, que va desde la desembocadura del río Magdalena hasta sectores como Galera Zamba, que originalmente era zona manglar, ahora solo un 5% 'poseen algo de lo que existió originalmente'.
A su opinión se suma la de Yamile Domínguez, experta en reforestación ecológica, quien destaca que las condiciones del medio y del suelo deben ser recuperadas para que haya lugar a una reforestación.
De acuerdo con Constantino Galeano, coordinador del grupo forestal de la CRA, el contratista de la obra y la Gobernación están comprometidos con ejecutar a cabalidad la compensación, lo que incluye la reposición de los individuos que no sobrevivan en los meses siguientes a la siembra. Asegura que la sustitución ya supera el 90%.
'Estaremos atentos al inicio del invierno para continuar con los trabajos. El proceso tiene un plazo máximo de tres años', comenta Galeano.
'impacto proyectado'. Mercedes Muñoz, secretaria de Infraestructura de la Gobernación, relata que en el 2009, cuando el entonces gobernador Eduardo Verano revisó el sector para proyectar la inversión en la vía, fue identificado el impacto ambiental en la zona tras la presencia de cientos de mangles muertos en los costados de la vía.
Manifiesta que un año después fueron invertidos $4.500 millones en la habilitación de los nueve box coulvert y del piedraplén y que en 2013, a través de recursos de regalías, fueron destinados otros $6.500 millones para trabajos de rehabilitación de la carretera y para la reforestación que está en proceso.
Según explica Escolar, el otro precio, el de los once mil mangles, desde el inicio estuvo presupuestado en el proyecto.